jueves, 6 de mayo de 2010

Narración Parte Final

Como era de esperarse no pude conciliar el sueño, y ella seguía en un estado casi catatónico, pasé la madrugada pensando al respecto, lamentándome por haberme enamorado de semejante creación, aunque ahora todo tenía sentido, encajaban las piezas, por fin le encontraba una razón a las distintas rarezas de mi metálico amor, esta locura solamente apuntaba a que me quedaría soltero, después de todo aparte de mí, solo se habían escuchado unos cuantos testimonios públicos de gente que se había enamorado de robots y las consecuencias habían sido terribles, un par de ellas terminaron con finales trágicos y con asesinatos de celos causados por un supuesto romance de los implicados con sus diferentes electrodomésticos, y bueno solo un caso había terminado medianamente bien, que era el de el Sr. Yoko Da Gamma y su robot de quehaceres domésticos llamado Naranja, los cuales vivieron muchos años felices hasta que Naranja debido a las recientes tormentas de sal, adquirió una especie de osteoporosis que oxidaba rápidamente sus partes, y para su mala suerte, habían descontinuado su modelo por lo cual murió lentamente al mismo pasó que el Sr. Da Gamma se fue debilitando por la edad y ambos murieron casi al mismo tiempo, enamorados sin importar las condiciones. Pero conociéndome, lo más probable sería que mi caso no terminase tan bien, después de todo yo nunca he tenido suerte en el amor.

Los minutos parecían horas, miles de cosas venían a mi mente, “si, es un robot pero la amo además es el robot más hermoso que alguna vez pude haber imaginado, gracias a ella había dejado atrás mi tormentosa relación y si, tal vez esta relación tampoco era perfecta por esas pequeñas cosas que no me agradaban de su comportamiento pero pues ¿que podría esperarse de u
n robot?”- Y entonces mi mente se iluminó- “¡Eso es! ¡Un robot! ¿Ellos se pueden programar no?” Una idea mejor no pude haber tenido, si no me gusta su forma de ser, la podría transformar sin problemas, modificarla a mi gusto y así estar juntos y felices, después de todo tal vez no había sido tan malo enamorarme de ella.

Y entonces amaneció, ella despertó justamente a las 8:00 en punto, me vio sentado en un rincón de la capsula y preguntó: “¿Está todo bien?” –Asentí con la cabeza y exclamé- “Jamás pudo haber estado mejor”. No le mencioné nada de lo sucedido durante la noche, pero la invite a vivir conmigo y le dije que estaría con ella sin que nada más importara. Desde entonces cada noche mientras duerme, abro su panel trasero y cambio un p
ar de cables, la vuelvo a programar y me gusta más que antes y es que me he dado cuenta de que prefiero el metal porque así me es mucho más fácil de manipular el amor y así es más difícil que me puedan lastimar.
Actualmente disfruto cada momento a su lado, jamás le dije que descubrí su secreto, he comprado miles de refacciones por si acaso se oxida, tenemos pláticas mas entretenidas e inclusive junto a ella he vuelto a inventar cosas, como un reloj que te dice la hora real de la tierra, después de todo, ¿Cómo sabes que la hora que tiene tu reloj es la hora verdadera?






FIN.






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Aqui acaba mi narración, si alguien leyó, espero le haya gustado!
un saludo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pero qué cosas más hermosas escribes <3
Linda Sjöquist

lord johnny dijo...

muy bonito! =) me agrada, sigue leyendo grandes artistas, para que al final puedas escribir igual o mejor ke ellos! ... saludos !

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